La iniciativa de la Coordinadora Catalana d'Usuaris de la Bicicleta sigue adelante y ya se han presentado 820 denuncias a los Mossos referentes a adelantamientos indebidos realizados por vehículos a motor. La actividad consistía, y consiste, en llevar cámaras en las bicicletas para grabar los adelantamientos peligrosos o aquellas maniobras incorrectas en las que se ven afectados los ciclistas, poniendo en peligro su seguridad y en muchas ocasiones la de terceros.
De todas maneras, por los comentarios de los lectores al pie de la noticias, todavía hay mucho que hacer y mucho ciclista por educar. Es evidente la mala imagen que el colectivo tiene entre los ciudadanos. Recíprocamente todos podemos contar casos de vehículos que se saltan semáforos, dan sustos a peatones, motoristas y ciclistas, aparcan en doble fila, en la acera u obstruyendo un carril bici, o de todos aquellos conductores que se olvidan sistemáticamente de que después de cualquier esquina hay un paso de peatones... Pero dejando de lado las malas prácticas de muchos conductores, es evidente que algunos, demasiados, ciclistas incumplen claramente las mínimas normas de convivencia circulatoria. Debe cada uno empezar por uno mismo antes de exigir a los demás.
Desgraciadamente nadie va a opinar sobre lo bien que lo hicieron 9 ciclistas que se dirigían a Collserola por la noche, correcta y sobradamente iluminados y respetando todos los semáforos que encontraban.
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