martes, 4 de marzo de 2014

Sanciones en Collserola



Tarde o temprano se iniciará la tan anunciada y amenazante campaña para multar a ciclistas en Collserola. Sé por boca de algunos compañeros que alguna vez la Guardia Urbana o los forestales les han llamado la atención por circular por senderos de menos de 3 metros o por otros lugares no permitidos. No se de nadie que haya sido multado, pero este tipo de noticias están apareciendo cada cierto tiempo, por lo que queda claro que algo cambiará en el futuro respecto al uso de Collserola para la práctica de la bicicleta.


Es evidente que un Parque Natural requiere de protección especial para su conservación; y es evidente también que Collserola se ha convertido en poco tiempo en un espacio que es visitado por multitud de ciclistas, excursionistas, corredores, jinetes, cazadores, turistas, familias... De hecho Collserola está lleno de urbanizaciones (algunas más piratas que otras), restaurantes (a algunos se llega en coche después de unos pocos kilómetros adentrándose por pistas forestales), merenderos e incluso un fabuloso parque de atracciones, por lo que la afluencia de gente es inevitable. Esto significa que es tarea de todos mantener este espacio natural único junto a Barcelona.

Restos de un coche en el bosque.
Siendo tan importante algunas cosas llaman la atención. Por ejemplo que esté lleno de combustible: árboles caídos, troncos que se han cortado para evitar el bloqueo de los caminos, ramas... La ladera sur-este entre Sant Pere Martir y Vallvidrera es un auténtico almacén de leña, por lo que resulta fácil adivinar que ocurriría si por cualquier motivo se iniciara un fuego. Una tarea pendiente es definir de quién es la responsabilidad, privada, pública o ambas, de mantener el parque en condiciones e iniciar las acciones pertinentes para su correcta conservación, cosa que no da la sensación que esté en marcha.

Algunos senderos han doblado o triplicado su anchura de la noche a la mañana. Suelen haber jardineros por la sierra podando los árboles (las ramas quedan en el suelo) y manteniendo los caminos. No puedo asegurar si se les ha ido la mano en los márgenes de los caminos o bien forma parte del mantenimiento para el acceso de los operarios que mantienen las (múltiples) torres eléctricas que atraviesan el parque o para que los bomberos, en caso de necesidad, tengan pasos abiertos al mayor número de zonas posible.

Otra actuación que resulta chocante es el depósito de agua construido junto al pantano de Vallvidrera, seguro que necesario; pero las obras se han llevado la parte final del sendero que desciende desde Vallvidrera. Probablemente en poco tiempo estará otra vez poblado por la vegetación, ya que ha sido cubierto por tierra y es una zona húmeda que facilitará su aparición, pero el impacto visual ahora mismo es bastante llamativo.

Como lo es el desgaste que deben producir las excursiones, carreras y eventos deportivos que se organizan; estando tan cerca de poblaciones importantes es fácil acceder a ellas. No sería tan problemático si después de estas pruebas no quedara ni rastro de envoltorios de barritas energéticas, botellas de agua o tetra-bricks de zumos y productos que potencian el rendimiento muscular y mental.
Un lugar a recuperar: Casino de l'Arrabassada.

Una persona incívica lo será tanto si es ciclista, senderista, escalador, turista, cazador o jinete. Por lo que volvemos al tan  socorrido argumento: es cuestión de educar en lugar de sancionar. Pero una condición indispensable para la educación es dejarse educar. A estas alturas que haya personas que todavía dejan basura, colillas o no respetan el entorno no me parece justificable. No debería hacer falta que "papá administración" tenga que estar diciéndonos qué tenemos que hacer o qué no, qué cosas son correctas o cuales no lo son. A veces me da la sensación que necesitamos que alguien o algo nos guíe porque solos no podemos convivir.

No sería en absoluto mala idea que la administración, en lugar de sancionar como recurso más fácil y que menos consumo mental requiere, habilitara caminos y senderos para las bicicletas; no es lógico que no se pueda circular por senderos de menos de 3 metros en todo el parque (aunque no cumplimos con esta norma, todo hay que decirlo). Mientras tanto, en estos senderos debemos dejar paso a los peatones, no crear atajos ni escapatorias y evitar derrapar, que es motivo gratuito de erosión.

En definitiva tarea de todos cuidar del entorno pero que debería recaer mucho más sobre nuestra responsabilidad para evitar que las administraciones tengan excusas para definir normas e inventar sanciones. Conciencia colectiva y de comunidad, conciencia de que los espacios naturales o los públicos son para todos y no para que unos pocos practiquemos egoistamente nuestra actividad como si fuera el salón de casa.

Como colofón a estas reflexiones me viene a la mente una duda. Nunca he leído que en el Montnegre-Corredor, por poner un ejemplo, se quiera limitar el paso de bicicletas y en cambio es una zona natural protegida con infinidad de senderos y pistas que recorren bicis, excursionistas, motos de montaña e incluso coches por sus pistas abiertas al tráfico. ¿Tiene menos presión humana que Collserola? ¿Menos riesgo de degradación? ¿Menos visitantes?


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