domingo, 7 de junio de 2015

Las sierras de Puigsacalm y Llancers.

Las sierras del Puigsaclam y la dels Llancers forman el límite natural entre las comarcas de Osona y La Garrotxa. Su punto de unión es el Coll de Bracons, atravesado por la revirada carretera que une Olot con Torelló y perforado por el túnel que recorta de forma considerable el viaje entre ambas comarcas. La vieja carretera es ahora paso de motos y bicicletas y todo aquél que quiera hacer un tranquilo recorrido conduciendo.

Puigsacalm desde la Serra dels Llancers

Ambas sierras abrazan por el W la Vall d'en Bas, un encantador valle al que por el E ya asoman algunos volcanes menos conocidos de la Garrotxa.

Vista vertiginosa
Desde Joanetes, por un camino perfectamente marcado, nos dirigiremos a la canal equipada dels Ganxos Nous para trepar por ella hasta el Puig Cornelis. Durante el recorrido tendremos unas fantásticas y a veces vertiginosas vistas.
Hayas imponentes durante el recorrido.
Desde el Puigcornelis tomamos el sendero que lleva al Puigsacalm pasando por el Pas dels Burros y el Puig dels Llops, sobre los riscos que emergen por encima de los bosques. El camino es bastante llano hasta llegar a la pendiente que asciende hasta el pico, corta pero decidida. Se desciende por la vertiente W para dirigirnos a Vidrà y desviarnos hacia el Coll de Bracons por el encantador rincón de la Font Tornadissa. El camino recorre prados completamente verdes delimitados por bosques de hayas altísimos y frondosos en esta época del año. El contraste de los árboles con las personas da una idea de la altura de éstos. Por el bosque llegaremos hasta el Coll de Bracons.


Cruzamos la carretera para recorrer la Serra dels Llancers por los riscos, pero entre las hayas del bosque de la Grevolosa. En algunos miradores nos podremos asomar para observar las paredes del Puigsacalm y todo el cordal de la sierra que hemos recorrido.

La bajada decidida hacia Joanetes nos lleva a Sant Miquel de Castelló. Esta ermita se alza sobre el último contrafuerte del macizo del Collsacabra, donde se encuentran las sierras de Llancers y Puigsacalm. Desde este punto tenemos una panorámica sensacional sobre la Vall d'en Bas, con Olot, el Canigó y parte del Pirineo de Girona. Todo entre nubes y tormentas, un cielo espectacular.


En Canigó entre un cielo tormentoso
Seguimos otra vez por el bosque hasta Joanetes, siguiendo el camino entre masías hasta donde tenemos los coches. Siguen enteros y nadie los ha abierto; al llegar por la mañana un vecino nos avisó que de vez en cuando se acercan algunos amigos de lo ajeno para abrir los coches de los excursionistas y llevarse lo que pueden. Así que el gran día que hemos pasado no nos la ha estropeado nadie y volvemos felices después de haber disfrutado de una gran ruta, con algunos truenos resonando sobre nosotros, con lo arboles protegiéndonos de la lluvia y un tramo técnico que siempre se agradece para darle variedad las excursiones.

Lluvias

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