sábado, 4 de julio de 2015

La Muga

Dejando atrás LaMuga
La Muga (2860 mts) es un pico olvidado y desconocido de La Cerdanya. La Tossa Plana de Lles (2904mts) y la Tosseta de Vallcibera (2847mts) le roban todo el protagonismo que se merece. Ambas lindan con Andorra formando un circo con la Muga cerrándolo en su zona más oriental.

La Carbassa al fondo
Una pista que parte de la carretera que une Lles de Cerdanya y el refugio de Cap del Rec conduce a Viliella y luego a la masía de Cal Jan de la Llosa, en el valle de la Llosa y a los pies de las ruinas del castillo del mismo nombre. El valle ya presagia un día espectacular. Prados rodeados de bosque de pino negro y el río de la Llosa que baja rugiendo por los rápidos. Y las cimas redondeadas que se adivinan más allá de los límites del Valle.

La ruta comienza siguiendo el GR11 por una pista que pronto se abandona para tomar a la izquierda el desvío hacia la Tossa Plana de Lles. A partir de aquí las marcas del recorrido número 26 de los senderos de la Cerdanya idican el camino que se sigue sin ninguna dificultad de orientación. Ya habremos cruzado el río un par de veces por otras tantas palancas cuando poco a poco empezamos a ascender notablemente entre el bosque, cruzando lechos húmedos y entre pinos que crecen orgullosos y retorcidos; y los esqueletos de otros que, bien todavía en pie o ya caidos, confieren al entorno un aspecto puramente alpino.
Coll de la Muga


El Pla de la Riba llama a quedarse un rato y recuperar fuerzas mientras se observa el entorno, y mapa en mano descubrimos la Tossa Plana, la Tosseta de Vallcivera, La Muga y la Carbassa. A lo lejos la silueta del Cadí preside el valle de La Cerdanya, aunque la calima no deja mostrar más que la silueta de la sierra.

Una vez se deja el Pla de la Riba el camino va encarándose poco a poco hacia el W, por un curioso tramo en el que el sendero forma un trazado muy marcado entre rocas; a mi me dio la sensación de ser un camino que hubiera estado delimitado por muros de piedras y rocas, y se hubiera utilizado desde muchos años atrás y el paso del tiempo hubiera hecho mella en su construcción. Habiendo un castillo más abajo, dominando el valle, y en la frontera entre España y Andorra es fácil pensar que estas montañas fueron testimonio de muchos y variados acontecimientos. De hecho es sabido que los Cátaros usaron estas montañas para sus desplazamientos y huida, y que estamos en un entorno que en la Edad Media fue escenario de no pocos conflictos entre reyes, nobles, la Iglesia e incluso la inquisición.

Riu de Vallcivera. Mucha agua durante todo el recorrio
Sin dejar el camino y ya fuera del bosque el Estany de la Muga se hace de rogar. Hay que llegar a él para ascender por la pala por la queremos hacerlo. Por fin aparece un poco más arriba, a los pies del circo que forman las tres cimas mencionadas. Un sendero que a medida que gana altura se hace menos evidente, indica el camino hacia la cima. Antes llegaremos al Coll de la Muga. Por primera vez veremos las montañas de Andorra, incluso el Comapedrosa y la Pica d'Estats a lo lejos, el Puigpedrós al E. Y a nuestos pies la Vall Civera, la continuación del de la Llosa. Éste forma una especie de Y; hacia poniente discurre el río de Vallcivera formado la Vall Civera, frente a nosotros; y hacia el NE la otra "pata" del valle con el río d'Engaït, formado la Vall d'Engaït. Ambos van a unirse al rio de la Llosa, el mismo que hemos cruzado un par de veces al poco de inciar la ruta.

Ascenso. Bosque de Pino Negro.
Por el cordal ascendemos hacia la cima, una subida decidida sin dificultad técnica pero con considerable desnivel. Desde el estany habremos superado unos buenos 400 metros. El pico ofrece unas inmejorables vistas mientras la Vall Civera nos está llamando para que la visitemos. Después de comer en la cima decidimos volver de nuevo al collado, ascender a la humilde cima de la Mugueta y bajar fuera de ruta hacia el GR11 cerca de los Estanyols de Vallcivera.
¡Ops!

Una vez en el GR11 nos podemos olvidar de la orientación y disfrutar de este precioso y espectacular valle. La cara norte de la Muga ya no es tan amable, sus contrafuertes son mucho más escarpados, y hacia oriente forma un espectacular cordal. Un descanso en un claro junto al río sirve para refrescar los pies después de varias horas de ruta y unos 15 kilómetros. Y ya puestos no cuesta nada quitarse la ropa y bañarse en las poco profundas pozas que se forman a esta altura. El agua no está todo lo fría que suponíamos. El descenso por esta vertiente es realmente una delicia, una gran recompensa tras la ascensión. Un valle bellísimo, un entorno que sólo inspira paz e invita a recorrerlo con toda la calma (supongo que los participantes de la Ultra Trail de Andorra que encontramos no lo verían con los mismos ojos).

Sarrios

El GR11 nos llevará hasta la Cabana dels Esparvers, completamente derruida. Y ahora sólo queda seguir por el GR11 que, por el Prat Xuixirà nos dejará en el punto de partida.

Una ruta por una zona espectacular sin dificultades técnicas y que tan sólo requiere una forma física adecuada para superar el desnivel y los kilómetros; y ganas para disfrutar de un gran día de montaña. Y para ello es imprescindible conocer la previsión. La montaña cuando luce el sol y hace buen tiempo es maravillosa; pero el mismo lugar bajo una tormenta se convierte en agresivo e incluso peligroso. Así que siempre, sin excepción, hay que consultar la meteo antes de aventurarse por cualquier paraje de montaña.




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