lunes, 28 de diciembre de 2015

Gallina Pelada y Creu de Ferro

La silueta de Montserrat tras uno de los contrafuertes de Ensija
Nueva visita a la Serra d'Ensija en el Berguedà, comarca a caballo de Barcelona y Lleida. Situada al sur del macizo del Pedraforca y de la Serra del Cadí ofrece unas espectaculares panorámicas, goza de unos relieves y rincones más que interesantes y escasa dificultad para recorrerla. Aunque en esta ruta encontramos una trepada fácil y corta.

Recorriendo la cresta hacia la Gallina Pelada
Desde el Coll de la Creu de Fumanya se toma la pista que conduce al GR107. Un atajo entre el bosque escasamente marcado evita un tramo de pista; ésta se abandona definitivamente en la masía derruida de El Ferrús para ascender hacia el estrecho que forman a la derecha las Roques de Ferrús y a la izquierda las paredes de Les Llosanques. Lugar espléndido entre verticales paredes con varias vías de escalada. Tras superar este paso se toma a la derecha en l'Estret un camino que deja el GR y conduce en ascenso decidido a la cima de la Gallina Pelada tras unos cortos tramos de trepada. Superada la pendiente y tras recorrer el cordal unos metros hacia el E se alcanza la cima de la sierra: la Gallina Pelada o Cap Llitzet , de 2321 mts.

Sierra del Cadí, con el Pedraforca en primer plano
La cima ofrece unas vistas panorámicas espectaculares. La Mola, el Montseny y Montserrat destacan por encima de las nubes. El Pedraforca, la sierra del Cadí, las cumbres pirenaicas de Andorra y la Cerdanya, Rasos de Peguera, la sierra de El Catllaràs y Montgrony.

La sierra puede recorrerse o bien por el sendero que se dirige al refugio Delgado Úbeda, para tomar otras rutas desde ahí, o bien por la cresta hacia la Creu de Ferro, la segunda cima en altura de la sierra con 2.297 mts de altitud. Éste segundo recorrido ofrece más vistas hacia ambas vertientes al discurrir por el cordal de la sierra de O a E, con los contrafuertes que forma la sierra a la derecha y los llanos a la izquierda.
Panorámica hacia el Pirineo coronado por cúmulos lenticulares.
Tras coronar la Creu de Ferro se retorna hacia el collado previo para volver al punto de partida siguiendo el barranco en fuerte pendiente, por un camino perfectamente marcado con hitos de piedra y las trazas de sendero. Se pierde altura rápidamente y se tarda poco en llegar al Coll de la Creu de Fumanya, con la perspectiva enfrente del Serrat de les Eres, estrecha y característica cresta que sobresale solitaria dividiendo el llano en dos.




La vuelta por la carretera en coche hacia la C-16 tiene el aliciente de mostrar una parte de los Cingles de Vallcebre, unos curiosos riscos que forman parte del sinclinal o pliegue de Vallcebre que forma un semicírculo casi perfecto.

Ruta con escasa dificultad técnica; tan sólo destacar la trepada para alcanzar la cresta, que a pesar de no ser muy aérea ni expuesta requiere ser prudente.

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