domingo, 28 de febrero de 2016

Mola Grossa y Punta de l'Aigua

Desde la Punta de l'Aigua, Sobresale entre las nubes las Rocas de Benet.
El parque natural de los Ports de Tortosa y Beceite está situado a entre Catalunya, Valencia y Aragón. Es un rocoso y escarpado macizo, abrupto y agreste, repleto de barrancos, cuevas, agujas, escarpadas paredes y curiosas formas. Es desde Paüls que parte una ruta que asciende a la Mola Grossa y la aérea Punta de l'Aigua, una cima flanqueada por un par de estrechos penachos sobre unas erguidas paredes.

El sendero recorre rincones muy llamativos
El cementerio de Paüls es el punto de partida, por una pista que parte a la derecha del mismo. Un cartel metálico indica el camino que hay que tomar: Montsagre d'Horta y Coll Gilaberta. Pronto se asciende por un sendero que lleva a la fuente de Montsagre de Paüls. A la izquierda el camino para alcanzar la Punta de l'Aigua y el Coll Gilaberta, que tomaremos después de coronar la Mola Grossa que es la cima del rocoso y aparentemente inaccesible peñón que queda a la derecha hacia el E.

El hito en el cruce de caminos de la Font de Montsagre
Siguiendo por el camino que ligeramente asciende en esa dirección se llega a una pista, con vistas a la vertiente norte, que se recorre hasta el desvío en el Coll de la Refoia donde por un sendero que asciende decidido conduce hasta la cima de la Mola Grossa. Desde aquí ya se obtienen unas panorámicas del parque e incluso, sobre la bruma que forma el bochorno en cotas bajas, se adivinan las cumbres nevadas del Pirineo.

Las curiosas formas de los Ports y la bruma que difuminaba el paisaje.
El descenso, siguiendo los hitos, llevan hacia el E pero en un punto hay que girar bruscamente a la derecha (O) para atravesar un túnel natural, una roca horadada precedida por unos muros de piedra naturales que la erosión del viento y el agua han ido moldeando. La salida hacia la vertiente O es espectacular e incluso vertiginosa ya que la sensación es que vamos a caer al vacío. Sólo una sensación ya que, aunque con notable pendiente, el camino sigue pegado a la pared. Es verdad que la bajada es abrupta y obliga a asegurar el paso, y en algún tramo usar las manos para afianzar la progresión.

Al fondo Mont Caro
El descenso conduce de nuevo a la fuente de Montsagre de Paüls. Se avanza por la vertiente norte hacia el Coll Gilaberta entre el bosque hasta el Coll dels Atans y el famoso Coll Gilaberta. Justo enfrente queda el abrupto apéndice de la Punta de l'Aigua, coronado por una larga y estrecha cresta de E a O. Ascenso sin mayor complicación hasta la cima, formada por un llano con buenas panorámicas hacia los 4 puntos cardinales. Acercarse a la cresta para observarla, estudiarla y avanzar por ella es tentador.

Aspecto de las paredes del macizo temprano por la mañana
La progresión usando las manos, o a horcajadas sobre las rocas, o agachado para evitar que un tropezón o golpe de viento haga perder el equilibrio es una buena dosis de adrenalina; el precipicio a ambos lados es considerable. Alcanzar el punto más alto de la cresta y pasar un rato sentado observando el paisaje a lo lejos y al abismo bajo nuestros pies ya es un buen premio. Las nubes no dejan ver el mar, más allá de Mont Caro, el punto más alto de los Ports con sus características antenas.

El paso por la cresta de la Punta de l'Aigua
El descenso hacia Paüls por un camino perfectamente marcado no presenta mayor complicación. Caminar tranquilamente observando los paisajes y los rincones del recorrido es lo último que queda por hacer. Excursión fácil de seguir, algo técnica en un par de tramos concretos como la cresta de la Punta de l'Aigua, completamente evitable ya que no forma parte de la cima y no es paso obligado para seguir la ruta.

El aéreo cordal recorrido
Recomendable excursión y también la visita al pequeño y pintoresco pueblo de Paüls, ejemplo de lo que ofrece el parque.


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